No te sientas abrumado por las distintas nomenclaturas que se utilizan para diferenciar a los televisores según su resolución. En este artículo, te llevaremos de la mano para que comprendas las diferentes resoluciones que existen en el mercado y así escojas la mejor para ti.
High Definition
Término que está en todos lados. High Definition (HD), o alta definición, se refiere a la resolución que muestra el aparato, es decir, al nivel de detalle que la pantalla ofrece. Mientras más alta la resolución, mayor cantidad de información, o pixeles, que ésta contiene.
Si bien un televisor 4K ofrece mayor resolución, la calidad de la imagen siempre dependerá de la fuente de donde provenga. Por ejemplo, si tu proveedor de cable no ofrece contenido en 4K, la calidad no será la mejor, aunque el televisor sea 4K.
En cambio, si ves una película de un DVD o transmitida por Netflix, Hulu o cualquier otro servicio que ofrezca 4K, la calidad será la óptima de acuerdo al aparato; y si tu conexión a internet es la indicada claro.
Repasemos entonces las diferentes resoluciones de televisores que existen en el mercado.
Tipos de Resolución en el mercado
Hay varias resoluciones en el mercado, y debido a los avances tecnológicos, algunas de estas resoluciones van quedando relegadas. Como norma, en los televisores se da una única cifra de resolución, que es la resolución vertical. Esto es, 720 o 1,080. Las pantallas panorámicas tienen, en general, una relación entre el lado largo y el corto de 1,78:1, por lo que las resoluciones completas más populares son éstas:
- 1,280 píxeles de ancho por 720 píxeles de alto o
- 1,920 píxeles de ancho por 1,080 píxeles de alto (El estandar actual).
Lo que sucede es que no siempre se la denomina sencillamente como 1,080 sino que se emplean otros nombres como Full HD, FHD, o 2K. Este último genera confusión, ya que es comercialmente más potente y sonoro emplear el término 2K (2,000) que 1,080. Lo que pasa es que lo complica todo porque ese 2K (2,000) se refiere a la resolución horizontal que, dicho sea de paso, no es de 2,000 sino de 1,920. Por un pelito y pega.
Luego, en el linaje, aparecen el 4K y 8K. Como te imaginarás, tienen 4,000 y 8,000 pixeles respectivamente en horizontal. Bueno, de nuevo, por un pelito y pegan, porque la resolución horizontal real que ofrecen es de 3,840 y 7,680 píxeles respectivamente.
Observarás que se han redondeado las cifras de resolución horizontal de 1,920, 3,840, y 7,680, a 2K, 4K, y 8K. Matemáticamente no es correcto, pero ningún ojo humano puede percibir la diferencia entre una pantalla de 3,840 pixeles y otra de 4,000 – a menos que seas el hombre de los seis millones de dólares.
Lo que sucede es que donde la primera generación de alta definición hacía referencia a la resolución vertical (720, 1,080), esta nueva generación se refiere a la resolución horizontal (4K, 8K) y para atar todo lo que antes se llamaba 1,080 (verticales) ahora se llama 2K (horizontales).
¿Vamos bien? Espero que sí.
Llegó el momento de compra
En el mercado encontrarás resoluciones de 720p, 1,080, y UHD. Resoluciones como la Cinema 4K suele emplearse en monitores o proyectores, por lo que no la recomiendo en un televisor ya que quedarán franjas negras a los extremos por el tamaño que la imagen no cubre debido al aspecto racional.
De mano con esto, 720p está siendo relegada por 1,080, dejándonos las opciones de 1,080 y UHD como resoluciones considerar en el momento de compra.
Primero, considero que es importante que compares ambas resoluciones lado a lado. Fíjate en elementos como la nitidez, el brillo y contrastes. Es necesario que enfrentes ambas resoluciones visualmente y dejes que tus ojos sean el juez.
Un televisor UHD o 4K ofrece mayor nitidez de imagen, colores más vivos, mayor iluminación y eficiencia en el uso de energía, en comparación con el HD o Full HD. Como mencionaba anteriormente, para percibir la superioridad de la calidad en su totalidad, se necesita contar con contenido hecho para 4K.
Para evaluar la calidad de la imagen, querrás fijarte en la iluminación de la pantalla, sus colores, evaluar si no se pierden detalles en la reproducción de escenas oscuras, los diferentes ángulos desde donde puedas ver la televisión, que haya fluidez de movimientos y que no se vea pixeleado.
Segundo, compara lo que cada televisor te haga sentir al ver imágenes frente a ellos e intenta ver contenidos en resoluciones como las que verás en casa – 720p, 1,080, 4K. Imágenes, juegos. No te conformes con verlos únicamente en una resolución.
Por último, no te guíes por la moda.
Puede que esta nomenclatura pase de moda abriendo paso a nuevas tecnologías. Lo más importante es que evalúes tu estilo de vida y forma de ver la televisión. Si la mayoría de contenido que consumes es en 4K, pues está claro que el UHD es la opción para ti. Una vez escogida la resolución, selecciona el resto de características que para ti sean esenciales – precio, diseño, sonido, extras, etc.